OTRO PAPELÓN DEL ALARMISMO CLIMÁTICO Sobre el calentamiento global y el fracaso inminente de la COP22 / EL GOBIERNO QUE EL PERÚ NECESITA Reflexiones sobre el futuro del país con miras al 2016 - El Montonero
OTRO PAPELÓN DEL ALARMISMO CLIMÁTICO
Sobre el “calentamiento global” y el fracaso inminente de la COP22
Por: Vincent Dumortier
A lo largo de mi columnas he denunciado el alarmismo climático y he desnudado las falacias que algunos alarmistas tratan de hacerle creer a la gente. Recordarán ustedes, por ejemplo, cuando puse en evidencia lo absurdo que era este artículo con su anuncio de un supuesto aumento del nivel del mar de tres metros. Lo cierto es que si El Comercio hubiera consultado gente seria (o si leyera mis columnas) en vez de escuchar a los clima-astrólogos, no se encontraría hoy en la penosa situación de publicar un nuevo artículo mediante el cual tiene que admitir que “El resultado más probable (…) es que las aguas globales aumenten 10 cm para 2100”. ¡Tremendo retroceso después de más de un año de intensa propaganda!
Que El Comercio voltee su chaqueta tal vez tiene que ver con el inminente fracaso de la próxima COP21. Obviamente, este aún no es noticia, pero apostaría que los organizadores de esa reunión se jactarán inclusive de algunos supuestos “progresos” de su causa (sobre todo asegurarse la COP22 y el lugar donde harán la COP23, que ellos consideran “la última oportunidad de salvar el planeta”. No obstante, si hablo de fracaso es porque las señales son muy nítidas.
Al escuchar el presidente Hollande, quien tiene dificultades para entender que la prioridad hoy en día no se relaciona con el cambio climático supuestamente antrópico, podemos concluir que la COP21 solo sería un suceso si se encuentra un acuerdo vinculante. Y allí empiezan los problemas.
Primero, como podemos leer en El País: “El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, señaló (…) al diario Financial Times que el pacto que salga de París no será un "tratado". Es decir, que no tendrá "objetivos de reducción vinculantes como Kioto"”. Y por si fuera poco, el senado americano mandó un mensaje claro: “El presidente Obama irá a París sin dinero” (ver también acá en castellano).
Además, hay que interesarse en lo que ocurre en Asia -y de manera general en el mundo- desde el punto de vista energético. Tomaré como ejemplo, el caso de India. Este país, que ya tuvo la buena idea de botar a los ecologistas radicales de Greenpeace, está decidido a sacar de la pobreza a su población (más de 1.250 millones de habitantes o sea 40 veces la de Perú). Así, el director general de la Oficina de Eficiencia Energética indicó que India no aceptará ninguna propuesta que restrinja su capacidad para generar energía a partir del carbón o inhiba sus esfuerzos para asegurar el acceso acelerado de su pueblo a la energía.
Recordemos que China también sigue un camino similar con numerosas centrales generadoras en proyecto, y que la supuestamente muy verde Alemania hace lo mismo aunque a escala menor. Podría seguir la lista, pero son al menos 1200 centrales proyectadas. Esta imagen permite resumir la situación mundial. En ella pueden observar la tendencia histórica y preguntarse si la situación proyectada es realista.
¿De qué sirven entonces los gestos que hace nuestro ministro del Ambiente? Pues, como me comentaba un amigo, si no ha sido cambiado en los últimos 4 años -tan agitados para el gobierno- es porque su puesto es realmente de poca utilidad. De poca utilidad pero nefasto por su rumbo climático, para el Perú y su población.
EL GOBIERNO QUE EL PERÚ NECESITA
Reflexiones sobre el futuro del país con miras al 2016
Por: Miguel Pons-Couto
El 28 de Julio del 2016 Ollanta Humala Tasso entregará el gobierno a un nuevo inquilino en Palacio. Perdió la oportunidad de consolidar los logros de casi dos décadas y de remover las trabas para el desarrollo económico y social sostenido a mediano y largo plazo.
El panorama para las elecciones políticas generales del 2016 no acaba de aclararse. Algunos candidatos han sido proclamados por sus partidos; y otros partidos tienen pendiente decidir si irán con candidatos propios o se integrarán a alianzas electorales.
Ningún partido o candidato se declara de derecha; todos se inscriben en la centro-derecha. La izquierda intenta aliarse con partidos tradicionales y movimientos afines para presentar un candidato de unidad. Intenta repetir la experiencia de la Izquierda Unida de los 80, que llevó a Alfonso Barrantes a la Alcaldía de Lima. Lo tendrán difícil.
¿Por qué ninguno se declara de derecha? Por las tres razones del Oidor, para parafrasear a don Ricardo Palma: “Por miedo, por miedo y por miedo.” No se atreven a defender abiertamente el modelo económico. Pero lo más probable es que, si llegan al poder, continuarán aplicandolo porque ha dado buenos resultados gracias de la inversión extranjera y nacional.
Cuando Deng Xiaoping llegó al poder en el Partido Comunista de China, declaró: “A mí no me importa de qué color sea el gato sino que cace ratones.” Esto significó atraer aquello que China carecía entonces: inversión y tecnología extranjera. El resultado está a la vista: han transcurrido 20 años y China es la segunda potencia mundial.
Pero lo políticos peruanos de izquierda se congelaron en ideologías trasnochadas de hace dos siglos, tan populares en los años 70 del siglo pasado. No se convencen de que esa ideología ha fracasado en todos los países donde ha sido aplicada, como la extinta Unión Soviética, Cuba y Venezuela chavista, entre otros que se proclaman comunistas pero están más próximos al fascismo, y en los que sus dirigentes se entronizaron en el poder.
Los políticos peruanos carecen de visión de Estado. Aplican medidas de coyuntura y pierden la perspectiva. Carecen de visión de mediano y largo plazo. Dejan de lado las reformas necesarias para remover las trabas burocráticas que impiden hoy una mayor inversión nacional y extranjera.
De otro lado, el narcotráfico se infiltra en el Estado y éste se niega a modificar las leyes que regulan a los partidos políticos, abriendo así las puertas para que esa actividad ilegal financie a las agrupaciones políticas, y prolifere así el lavado de activos, la evasión tributaria y otros delitos. Asimismo, promueve la delincuencia común que cada día amenaza más a los ciudadanos.
Los antimineros no son de izquierda pero, engañados por agitadores, se oponen a la inversión minera porque, según dicen, contamina. Pero, eso sí, reclaman canon minero y se callan en cinco idiomas ante la contaminación atroz de la minería ilegal -no informal como sucesivos gobiernos insisten en llamarla- que devasta los bosques, contamina el agua y el ambiente. Sacan de contrabando el oro que extraen con presunta ayuda de mafias de narcotraficantes que “lavan” así miles de millones dólares de dólares, mientras que el Estado pierde considerables ingresos de divisas. Los gobiernos quieren formalizar esa minería sin tomar en cuenta de que los mineros artesanales carecen de medios financieros para realizar esa actividad.
El gobierno que el Perú necesita es aquel que convoque a los partidos políticos a concertar, aprobar y aplicar medidas realistas y eficaces que solucionen los problemas que históricamente traban el desarrollo económico y social; que combata a la delincuencia común y al narcotráfico, a la corrupción, el lavado de activos y la evasión tributaria.
Y, finalmente, que los llamados “padres de la Patria” cumplan con sus funciones legislativas consagradas en la Constitución Política, y se aboquen a contribuir democráticamente a la Nación deponiendo intereses partidarios y personales que hoy priman sobre los del país.
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