LA HISTORIA DEL HOMBRE BUENO
LA HISTORIA DEL HOMBRE BUENO, es bello su significado
NARRADOR: Erase una vez un hombre tan bueno, tan bueno, que hasta Dios y sus ángeles se alegraban viéndolo. Pero, a pesar de su enorme bondad, no tenía ni idea de que era un santo. El se limitaba a hacer el bien a todos, regalando en torno suyo la bondad de la misma manera que las flores difunden su fragancia, o las lámparas su luz. Un día le dijo un ángel:
ÁNGEL: -Dios me ha enviado a ti. ..pide lo que desees, y te será concedido. ¿Deseas, tal vez, tener el don de curar?.
HOMBRE BUENO: «No, preferiría que fuera el propio Dios quien lo hiciera».
ÁNGEL: ¿Quizá te gustaría devolver a los pecadores al camino recto?»
HOMBRE BUENO: No, no es para mí eso de conmover los corazones humanos. Eso es propio de los ángeles . ÁNGEL: ¿Preferirías ser un modelo tal de virtud que suscitaras en la gente el deseo de imitarte?.
HOMBRE BUENO: No… porque eso me convertiría en el centro de la atención.
ÁNGEL: Entonces, ¿qué es lo que deseas?.
HOMBRE BUENO: sólo quiero La gracia de Dios, y teniendo eso, no deseo tener nada más, ¿contento?.
ÁNGEL: No, no estoy contento, tienes que pedir algún milagro; de lo contrario, se te concederá cualquiera de ellos, no sé cuál…
HOMBRE BUENO: Está bien; si es así, pediré lo siguiente: deseo que se realice el bien a través de mí sin que yo me dé cuenta.
ÁNGEL: Pero, el bien a través de ti… no lo entiendo…
NARRADOR: El ángel volvió corriendo al cielo y se lo contó todo a Dios. Y Dios, que es más listo que todos los ángeles y los hombres.
DIOS: ¡Qué torpe eres, ángel mío. Si el hombre bueno no quiere nada para él pero quiere seguir llevando el bien a todos, la solución es muy fácil:
Como el Dios que todo lo puede digo que la sombra de ese santo varón, tenga propiedades curativas. Y así, caiga donde caiga su sombra, los enfermos quedaban curados, el suelo se haga fértil, las fuentes vuelvan a tener agua, y recobren la alegría los rostros de los agobiados por el peso de la existencia.
NARRADOR: Y así fue, todo se cumplió según el deseo de aquel hombre bueno y todo c0mo lo había ordenado Dios. Por donde pasaba su sombra todo se llenaba de vida, todos los enfermos quedaban curados. Pero aquel hombre no estaba del todo satisfecho, quería que su sombra fuese mayor...
HOMBRE BUENO: Ángel, ángel mensajero, ven, te necesito. Perdóname ángel quiero que mi sombra sea mayor para ayudar más y mejor
ÁNGEL: coge este paraguas, llévalo siempre abierto y verás como tu sombra alcanza a muchos más.
NARRADOR: Dicho y hecho, el hombre bueno cogió su paraguas y se puso a caminar. Se encontró con un hombre triste y lloroso puso su sombra sobre él y…
Un poco más allá se encontró con una mujer que tenía muchos dolores y… Poco después vio a dos niños peleando y...
Había un poco más allá un hombre que tenía hambre, lo metió en su sombra y…
Y así siguió la historia del hombre bueno, diez personas, y cien, y mil y…, Dios mi ¡a cuantos podemos curar si de verdad queremos ayudar!
ÁNGEL: Os habéis pensado que si tuvierais un paraguas como el de ese hombre tan singular ¿este mundo cuánto podría cambiar?
Ésa es la humildad... "sin que yo me dé cuenta"... de este modo evita envanecerse ni sentir orgullo ni ser soberbio... ¡¡¡Precioso mensaje!!!
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