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ESPIRITUALIDAD Y COMUNICACIÓN

XXX ENCUENTRO NACIONAL DE APLIJ “JOSÉ MARÍA ARGUEDAS” Y “LUIS ALBERTO CALDERÓN ALBARRACÍN” E INTERNACIONAL “LAURA HERNÁNDEZ MUÑOZ” EN AREQUIPA, DEL 17 AL 19 DE NOVIEMBRE 2011

APLIJ AREQUIPA 

XXX ENCUENTRO NACIONAL “JOSÉ MARÍA ARGUEDAS”,  “LUIS ALBERTO CALDERÓN ALBARRACÍN” Y V ENCUENTRO INTERNACIONAL “LAURA HERNÁNDEZ MUÑOZ”  

 

 
EL 17, 18 y 19 DE NOVIEMBRE DEL 2011, AREQUIPA PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD TE ESPERA
 
CONVOCATORIA
 
La Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ) en su XXX Aniversario, La Comisión Organizadora y la Comisión Multisectorial, comprometidas con la  educación, la cultura y el arte, CONVOCAN a las Filiales Nacionales a los ilustres escritores, creadores, artistas, investigadores, docentes, estudiantes, editores, promotores, padres de familia y demás interesados, residentes en el país y en el extranjero, al XXX Encuentro Nacional y  V Encuentro Internacional,  que se realizará el 17, 18 y 19 de noviembre del año en curso, en la ciudad de Arequipa.
El Encuentro se realiza en cumplimiento al mandato de la Asamblea Plenaria, realizada en la ciudad de Ayacucho el 2009 y el Plenario Nacional, realizado en la ciudad de Tingo María el 2010. 
OBJETIVOS
1.- Despertar el interés por el estudio de la literatura infantil y juvenil en nuestra Región  Sur y el ámbito nacional e internacional.
2.- Propugnar una metodología de investigación de la literatura infantil y juvenil a partir de los estudios realizados en las áreas no investigadas, como la literatura oral.
3.- Conocer la producción última de nuestros escritores para intercambiar opiniones y  experiencias creativas.
4.- Destacar y homenajear al  insigne escritor y poeta  José María Arguedas, , a los cien años de su nacimiento, al Poeta y maestro Luis Alberto Calderón Albarracín y a la distinguida Escritora Laura Hernández Muñoz, Presidenta Nacional de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de México.
5.- Conocer la creación literaria infantil y juvenil de los participantes nacionales y extranjeros para intercambiar experiencias.
6.- Ampliar el movimiento aplijista, por medio de la promoción de sus principios y  fines institucionales.
7.- Reafirmar las relaciones con las organizaciones educativas, culturales y literarias del país y el extranjero.
8.- Gestionar ante el Ministerio de Educación, la reposición del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil del Perú.
9.- Lograr la inclusión de la asignatura de Literatura Infantil y Juvenil en la currícula de las Universidades y Centros de Formación Magisterial.
TEMARIO  
1.- Historia y revaloración de la literatura del sur y del departamento de Arequipa.
2.- Avances de la literatura infantil y juvenil en el Perú y en el extranjero.
3.- Vida y Obra de José María Arguedas, y su aporte a la literatura infantil y Juvenil del país.
3.- Vida y obra del poeta Luis Alberto Calderón Albarracín, en función al estudio y difusión de su obra literaria.
4.- Vida y obra de la Escritora Mejicana Laura Hernández Muñoz., Presidenta Nacional de ALIJME.
5.- Pedagogía y metodología de la Literatura Infantil y Juvenil en la Educación actual.
6.- La articulación globalizada en la enseñanza del Lenguaje y de la Literatura Infantil y Juvenil.
8 El Plan Lector, como elemento fundamental para involucrar a los niños y jóvenes en el hábito de la lectura, que facilite su formación y capacitación integral. 
    METODOLOGÍA
1.- CONFERENCIAS MAGISTRALES, desarrolladas sólo por conferencistas invitados por APLIJ
2.-Ponencias desarrolladas por los Escritores inscritos de acuerdo a cronograma y rol específico, previa calificación anticipada y con una duración de 10 minutos.
3.- Talleres dictados por especialistas calificados invitados por APLIJ.
4.-Recitales y presentación de libros de acuerdo a cronograma.
5.- Actividades Artístico Culturales, programadas por el Comité Organizador.
ORGANIZAN
1.- Comisión Organizadora:
      Presidenta – Lic. Gaby Arce Muñoz Presidenta Nacional de APLIJ
      Coordinadora General – Dra. Soledad Maldonado Zedano, Presidenta Honoraria de APLIJ.
       Presidenta de APLIJ Arequipa – Escritora Rosario Torres Pérez.
2- Comisión Multisectorial de Apoyo:
     Región Arequipa 
     Municipalidad Provincial
     Ministerio de Cultura-
     Univ. Nacional de San Agustín
     Univ. Católica Santa María.
     Univ. Católica San Pablo
     Univ. Alas Peruanas          
PARTICIPANTES
Nacionales y extranjeros.
-          Miembros de Honor.- Personas distinguidas por su contribución intelectual, Autoridades y miembros del Comité Consultivo de APLIJ.
-          Miembros del Consejo Directivo de APLIJ
-          Representantes de los Consejos  Directivos de las Filiales.
-          Conferencistas especialmente invitados. Nacionales y extranjeros.
-          Escritores, Artistas, Promotores, Docentes, estudiantes y padres de Familia, inscritos al evento.
-          Miembros de la Comisión Organizadora del XXX Encuentro Nacional y V Internacional de APLIJ.
PONENCIAS
Las Ponencias se presentarán  por Internet, en un máximo de tres carillas, papel A - 4, tamaño de fuente-12, a doble espacio, hasta un mes antes del encuentro, incluyendo las conclusiones.
 INSCRIPCIÓN
Los Intelectuales, Escritores, Promotores, estudiantes y público en general, de nuestra localidad,  podrán inscribirse hasta el mismo día del inicio.
Los participantes, visitantes de otros lugares del país o del extranjero, enviarán el monto de sus inscripciones por Westrn Unión o HDL, a nombre de Gaby Arce Muñoz,  hasta el 30 de setiembre, a fin de hacer las reservas correspondientes de hospedaje y alimentación y otros.
La Inscripción le da derecho al participante a recibir: Credencial, carpeta de trabajo, Antología Sur Peruana, Revista Oficial “Rayuelo” participación en la Feria del Libro APLIJJISTA, asistencia a los Talleres, alimentación, alojamiento, apoyo permanente y asistir a toda la programación del Encuentro.
COSTOS:
Nacionales S/.160.00 
Locales S/.30.00 
Estudiantes S/.25.00
José María Arguedas - Wikipedia, la enciclopedia libre
LUIS ALBERTO CALDERÓN ALBARRACÍN | ESPIRITUALIDAD Y ...
Laura Hernández Muñoz - La mujer rota
http://aplijarequipa.blogspot.com/
INVITACIÓN La Municipalidad Provincial de Arequipa y la ...
PROGRAMACIÓN DIARIA DEL XXX ENCUENTRO DE APLIJ
 
 
ROBERTO ROSARIO VIDAL Y SU PASIÓN POR LA LITERATURA INFANTIL
 
 
Por: Marghory Magaly Ayquipa Salazar
Antes de hablar del escritor, permítanme compartir con ustedes un cuento, escrito por Gladys Simboa:
“En una ciudad de provincia, la señorita Magali conversa de literatura con sus niños y niñas. Está feliz pues son alumnos interesados en la lectura. Han leído Harry Potter, Las Crónicas de Narnia y los mayores conocen la saga completa de El Señor de los Anillos. La señorita Magali ha recibido esa mañana la visita de un escritor de libros para niños, que lamentablemente en el colegio no lo conocen (la señorita Magali tampoco).
La editorial lo ha enviado para que promueva sus libros, pues están ilustrados por un dibujante muy bueno (a quien la señorita Magali tampoco conoce). Para ella, los buenos libros para niños vienen del extranjero.
- ¿También hay ilustradores aquí? – pregunta.
Ella se educó con los dibujos de Walt Disney y por eso le parece natural que en la sala donde es profesora jefe, esté decorada con las figuras del ratón Mickey y la Pata Daisy. Al fin y al cabo, esos personajes son reconocibles por los niños y se sienten familiarizados con ellos.
El escritor que viene de lejos, mira las paredes de la sala de clases... No es que esté en contra de esos dibujos, pero quizás le gustaría una mayor variedad, porque le da la impresión de que siempre está recorriendo la misma sala.
¿No leen tus alumnos libros escritos en castellano? – le pregunta.
- Están traducidos al español... en España... por traductores españoles... Por eso me gustaría saber si tus alumnos leen libros escritos originalmente en idioma español, por ejemplo obras de autores latinoamericanos o de aquí.
- ¿Obras latinoamericanas? – pregunta con sorpresa la señorita Magali – Ahora mismo no se me ocurrre... Tipo Harry Potter ninguno...
- ¿Y hay otros?
- No sé... La verdad es que me quedo con autores como Roald Dahl... a los niños les encanta, por ejemplo Charlie y la fábrica de chocolate...
- ¿Y han leído alguna de mis obras?
- Disculpa, pero la verdad es que no los conozco... Por aquí no llegan esas obras.
- Creo que te equivocas, Magali, pues acabo de pasar por la biblioteca y sí están mis libros, solo que no han sido solicitados.
- La verdad es que no las conocía...
- Hay que leerlas... ¿no te parece?
- Sí, es verdad... Voy a poner más atención... Bueno, ya es la hora de la charla con los alumnos. Preséntese niños.
En el auditorio de la Universidad Nacional de Educación, cuando por casualidad ingresé a una presentación de libros, se encontraba el escritor Roberto Rosario Vidal, quien estaba desarrollando una conferencia sobre Literatura infantil. Su forma de hablar amena y convincente, su mirada directa y con mucha picardía y animación, me iba envolviendo. Yo pensé que es así como se debía motivar a los niños, a través de la literatura.
Hablar de Roberto Rosario Vidal es conocer un poco más sobre Literatura infantil. Aquella literatura que tiene sus orígenes en el Perú más o menos durante la época el maestro Francisco Izquierdo Rios, reconocido como el iniciador de los cuentos infantiles peruanos y Carlota Carvallo de Núñez, ambos de la generación del 45, quienes se dedicaron enteramente a producir literatura para niños.
En la actualidad, a los que escriben para los pequeños peruanos podemos tenemos a Oscar Colchado Lucio con sus aventuras andinas Cholito; Carlota Flores Naveda, con su extraordinario "Muki, el torito"; y sin duda, a Roberto Rosario Vidal con sus obras sublimes “El trotamundos, Raspadilla de Limón”, entre otros.
Lamentablemente, hoy en día, en las aulas; las obras de literatura infantil se utilizan como herramienta para enseñar, evaluar contenidos y este, creo yo, no es el fin de una obra, sino el de producir goce y encanto.
Los medios de comunicación fascinan al niño y lo desligan de su contexto. Condicionan su sensibilidad y su mente. Roberto Rosario frente a esta realidad, nos explica que se debe preparar el pensamiento crítico del niño, del púber y que esto sólo se puede dar mediante lecturas de obras de su entorno, que le muestren al niño sus vivencias y sus fantasías.
Su preocupación por la literatura y la enseñanza surgió como una inquietud en su deber de padre, la de educar a sus hijos y decide así crear la literatura para niños, como él nos explica:
“Necesidad de entregar a mis hijos obras acordes a sus intereses psicológicos, material literario que interprete el paisaje y cultura peruana. Necesidad de ofrecer alternativa literaria que describa nuestro folklore, mitos, cuentos, leyendas, entonces desperdigados o deficientemente publicados...”
En Roberto encontramos un hombre proyectivo, con una amplia forma de ver la vida, con una sensibilidad al expresar sus escritos, y transmitir emoción en todo lo que hace y pretende hacer .
Existe en su producción literaria infantil, una explicación del universo mágico, con una cosmovisión andina que refleja nuestra tradición. Nos muestra la variada literatura oral, recopilada y escrita por él, quien no solo nos cuenta sino también impregna su sello estético que termina por transportarnos en ese mundo subjetivo y fantástico del niño, nos hace partícipes de su juego y de su vida.
En sus obras infantiles: Rapadilla de Limón, Trotamundos, El Tesoro de Kitakaiteri, entre otros; presenta la figura de la personificación: los pajarillos, las estrellas, lagunas, manantiales y cerros dialogan con la gente , esto a diferencia de los relatos acostumbrados de hadas y duendes, Roberto, elabora el valor de lo nuestro, recuperando los mitos, enfatizando la vida e imaginación de los niños, lo cual es una excelente señal que evidencia el interés por nuestra identidad.
Para conocer un poco más sobre sus logros les presentaré a continuación una entrevista, la biografía, los textos publicados y los comentarios sobre sus obras:
ENTREVISTA
Conozcamos un poco más el pensamiento de Roberto Rosario Vidal.
¿Qué significa ser niño y cómo fue la niñez de Roberto Rosario Vidal?
La niñez es la etapa más maravillosa del ser humano. Si alguien me preguntara como es el cielo, creo que no dudaría en imaginar un espacio en el que premien a los hombres retornándolos a la infancia. No te puedo decir que tuve cuna de oro. Por el contrario, mi cuna fue modesta, pero llena de retos que me ayudaron hasta a inventar mis juegos, juguetes, música y canciones.
Tuve una infancia libre y feliz. Entre amplios sembríos y un río Rímac todavía limpio en la costa y un universo poblado de prístinas cordilleras, bosques, ríos, aves, en los que la mente leía el libro abierto de la vida, que no acabo de describir en mis cuentos.
¿Qué te motivó a escribir textos para niños?
Sin duda fue la necesidad. Necesidad de entregar a mis hijos obras acordes a sus necesidades e intereses psicológicos, material literario que interprete el paisaje y cultura peruana. Necesidad de ofrecer una alternativa literaria que describa nuestro folklore, mitos, cuentos, leyendas, entonces desperdigados o deficientemente publicados. En la década del setenta no había la cantidad de obras como las que se encuentran actualmente en el mercado editorial. Nos vimos obligados, motivados, no sólo a escribir, sino también a convocar a los escritores para que escriban y publiquen para niños. Así nace la APLIJ, la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil, que fundamos el año 1982.
¿Qué recuerdos guardas de las lecturas de tu infancia?
Los más bellos y enriquecedores. Una bibliotecaria cansada de prestarme el Tesoro de la juventud en cada recreo donde no sólo devoraba los cuentos y poemas sino también repasaba los juegos y pasatiempos, me entregó Robinson Crusoe, obra a partir de la cual, comencé a viajar mediante la literatura por los parajes más fantásticos del universo. Todavía no termino de viajar, aunque ahora físicamente por los paisajes que leí de niño.
¿Qué lecturas y autores te han cultivado como escritor?
De niño y adolescente las obras de aventuras, viajes. Posteriormente me entusiasmé con la poesía de Vladimir Maiakovski, George Trakl, César Vallejo, Pablo Neruda. Creo haber leído todos los cuentos y novelas de José María Arguedas, Gabriel García Márquez, nuestro Mario Vargas Llosa. Los libros de Julio Ramón Ribeyro, Alfredo Bryce, Miguel Gutiérrez, Félix Huamán Cabrera, Oscar Colchado. Me gustan las novelas de Isabel Allende…
Como fundador de APLIJ ¿cómo ves el panorama de la Literatura infantil Juvenil en el Perú, actualmente?
Me siento orgulloso de todo lo logrado. Tuve la suerte de contar con el apoyo del grupo de intelectuales brillantes y profundamente identificados con el niño y la literatura, quienes a lo largo de tres décadas no desmayan. Este año se celebra en Arequipa el XXX Encuentro Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Desde la fundación de la APLIJ, todos los años se ha realizado un Encuentro Nacional en algún departamento o provincia del Perú.
¿Qué función cumple una obra literaria infantil?
La función que cumple la literatura en general. Recrear, deleitar. Lograr esparcimiento cultural y espiritual. Como dice Francisco Izquierdo Ríos: “Lograr goce estético de los niños”.
¿Qué influencia tiene la Literatura oral en tus textos?
Mucha. Dije que gran parte de mis obras narran vivencias de mi infancia. De esa infancia al lado de mi madre que era una gran fabuladora. Una mujer sencilla, pero profundamente convencida de que la naturaleza habla, ríe, gime y a veces hasta erupciona de pura cólera. Pienso que soy sólo intérprete de los relatos de mi madre. Tu pregunta me motiva a escribir LOS CUENTOS DE MAMA FLORENS.
¿Existe una verdadera Literatura Juvenil, podríamos denominarla así?
Por supuesto que si, tanto las obras de autores que escriben para jóvenes, como las obras selectas que por su calidad literaria los jóvenes hacen suyas, las leen, les gusta; como también las obras que los ismos jóvenes escriben.
¿La literatura es vida o la vida es literatura?
Ambas cosas. Pienso que las obras literarias que permanecerán en el tiempo y en la historia, se nutren de vida, aún la literatura fantástica. De igual modo, la vida es maravillosa, real maravillosa como diría García Márquez. Hay circunstancias que superan la fantasía, principalmente en países como el nuestro, donde ocurren situaciones que parecen tomadas de un libro de ciencia ficción.
¿Qué te sugiere la frase “¿El escritor nace o se hace?"
Ambas cosas. Escritores que nacen con gran sensibilidad, predestinados para el arte, como también personas que viven plenamente la vida, que leen infatigablemente, escriben, pulen su estilo, trabajan duro y logran resultados fabulosos. Pensemos en las inteligencias múltiples.
¿Con cuál de tus libros te sientes más satisfecho?
¿A cuál de tus hijos quieres más? Cuando nacen los hijos como los libros, se convierten en nuestros engreídos, como que los preferimos más. Para niños me ha dado muchas satisfacciones El trotamundos y El tesoro de kitaiteri. Para adolescentes Los sudacas, Lámpara de minero y Volcán de viento (novela). Ahora estoy entusiasmado con la novela que acabo de entregar a la imprenta y se llama Señal de la Cruz.
-Cuéntanos tus proyectos literarios…
Acaba de salir a luz el libro de cuentos para niños y adolescentes El trotamundos en el Callejón de Huaylas. Estoy revisando la novela Ciénaga y gracias a tu sugerencia comenzaré a trabajar los Cuentos de Mama Florens.
El segundo semestre de este año continuaremos con la incorporación de nuevos miembros de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil, y seguir escribiendo.
BIOGRAFÍA
Roberto Rosario Vidal (Nació en Lima-Perú en 1948). Poeta y narrador. Es licenciado en derecho y ciencias políticas. Cursó estudios primarios en Caraz y secundarios en Huari (Ancash). En Huari dirigió la revista Voces. Durante los años 1970 -1971 laboró en Puquio – Ayacucho, donde fundó el movimiento cultural Hontanal.
Entre la década del setenta y ochenta publicó los poemarios: Inventario de iras, Corcel de fuego, Apocalipsis y Contra la corriente y el libro de cuentos: Shica shica de limón (Tema llevado a la TV por el INTE que obtuvo el premio CETUC).
Presidente Fundador de la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ). Ha publicado en Poesía: La casa de Cleofé y El topo Tito. Narración: El trotamundos (Argentina). Raspadilla de Limón. La villa Carmela (Venezuela). El tesoro de Kitakaiteri (Leyendas asháninkas). La conquista del Reino Enim. Cuentos de Navidad y Los sudacas. Antologías: La Barquita de papel y Antología Nacional de Literatura Infantil. Ensayos: Literatura Infantil en educación Inicial (UNICEF). Literatura Infantil en Educación Básica (CONCYTEC).
En 1984 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil. Sus trabajos narrativos han sido premiados también por la Municipalidad de Lima y por el diario Expreso.
Ha sido miembro de la Comisión Nacional del Año Internacional del Niño. Miembro de la Comisión Revisora del Código de Menores.
De 1988 hasta la actualidad labora en empresas mineras del Norte y Centro del país. Producto de ésta experiencia son los libros Lámpara de minero (cuentos) y Volcán de viento (novela).
El año 2009 reasume la conducción de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil, integrante de la Academia Latinoamericana de Literatura Infantil, creada en Ayacucho el año 2002 e inicia la recomposición del movimiento APLIJ que inició tres décadas atrás.
Marghory Magaly Ayquipa Salazar. Magíster en Didáctica de la Comuncación, por la Universidad Nacional de Educación. Lima.
http://librosperu.blogspot.com/2011/07/roberto-rosario-vidal-y-su-pasion-por.html
 
III BOSQUE DE LOS POETAS EN TUMBES - PERÚ

Estimados amigos les invitamos a ver nuestro blog con información del III BOSQUE DE LOS POETAS, actividad realizada en el marco del AÑO INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES establecido por la ONU y del III Festival Mundial de Ecopoesia 2011 “Ecopoesia: raíz y voz de la tierra” desarrollado en la ciudad de Tumbes – Perú, del 14 al 17 de julio del 2011,
Lo pueden apreciar en el siguiente enlace:
 Deseamos que en todos los eventos de poesia, se planten árboles porque ademas de ser un acto generoso que nos beneficia a todos, contribuye al fortalecimiento de nuestra producción literaria. En el IV FESTIVAL MUNDIAL DE ECOPOESIA que desarrollaremos del 22 al 26 de agosto del 2012 plantaremos más arboles.
 Agradecemos sus visitas y comentarios.
 POETAS UNIVA – Consejo Directivo.
TUMBES - PERÚ
 

EL PLAN LECTOR o Cómo arruinar una buena idea o Vino Nuevo en Odres Viejos


·         Promover la ejecución de acciones para desarrollar la capacidad de leer, como una de las capacidades esenciales que contribuyen a la formación integral de los niños, adolescentes y jóvenes en lo personal, profesional y humano.
·         Impulsar el desarrollo de las capacidades comunicativas de los estudiantes para el aprendizaje continuo, mediante la implementación del Plan Lector en todas las Instituciones Educativas de Educación Básica Regular, como parte del Programa Nacional de Emergencia Educativa.
·         Incentivar la participación de las Instituciones Educativas y la Comunidad en su conjunto, en una cruzada por el fomento y afianzamiento de la práctica de la lectura.
(Objetivos del Plan Lector)
El Plan Lector es la estrategia pedagógica básica para promover, organizar y orientar la práctica de la lectura en los estudiantes de Educación Básica Regular. Consiste en la selección de 12 títulos que estudiantes y profesores deben leer durante el año, a razón de uno por mes.
(Disposición General Nro. 1 del Plan Lector)
1.        El Plan Lector será formulado en forma consensuada por toda la comunidad educativa (directivos, docentes, padres de familia y estudiantes), en función de los intereses de los estudiantes y la realidad de la Institución Educativa.
2.        El Plan Lector comprenderá una relación de 12 títulos para cada grado, que los estudiantes leerán uno por mes, según una secuencia previamente convenida.
(Disposiciones específicas Nros 2 y 3 del Plan Lector)
 
Que en nuestro país tenemos un problema con la Lectura es patente. Por si necesitáramos demostración basta con escuchar y/o leer a sus supuestos profesionales - los periodistas - para percatarse. Comparar a nuestros periodistas con los de otras latitudes resulta más penoso todavía, porque aunque el problema de la comprensión lectora es internacional, en nuestro país alcanza cotas penosamente elevadas. Ya antes me he referido a esto, así que no abundaré en lo que no es más que la punta de un enorme iceberg.
 
(No puedo evitar mencionar algo que acabo de escuchar de un periodista enviado a Quito por el partido de fútbol entre Ecuador y Perú, porque aunque ya no es de antología, suena muy ilustrativo: “El clima de Quito está un poquito caluroso esta mañana, a diferencia de en la noche, que estuvo más frío”. Gracias por la relevante información, Señor Periodista)
 
Lectura y Educación
 
Podemos sospechar sin ningún inconveniente que lograr un verdadero aprendizaje de la lectura no tiene correlación con la Educación formal impartida en los colegios. Es decir, no existe relación alguna entre tus habilidades de lector y lo que hayas hecho en el colegio. Incluso podríamos sospechar que esa relación puede ser más bien negativa, desde que la escuela refleja a la sociedad, y la sociedad peruana desprecia el libro, la lectura y la inteligencia, pues estorban a los poderes fácticos, no sirven para hacer plata fácil y no son necesarios para las crecientes actividades del sicariato y el narcotráfico. Lo que la sociedad le ha encargado a la escuela siempre ha sido la reproducción de los esquemas políticos y sociales autoritarios y repetitivos. Fuera del discurso, esa siempre ha sido la intención de la escuela, y para eso no se necesita pensar, sino marcar el paso por números. Claro que según parece se le pasó la mano, porque los que la mueven sí necesitan por lo menos entender el memorándum del jefe o el sicario entender las instrucciones para cargar el revólver, o el narcotraficante por lo menos tiene que poder utilizar el tipo de cambio. Los grandes esfuerzos de muchos educadores por lograr de la escuela algo más amable y sensato se estrellan contra esta enorme y muy conveniente inercia educativa. Podemos imaginarnos su tamaño y fortaleza sabiendo que aún muchas escuelas desperdician su tiempo en desfiles y formaciones a pesar de la orden en contrario existente desde muchos años atrás. A esto le llamo los Odres Viejos, aludiendo a la parábola del Nuevo Testamento.
 
Por supuesto, existen quienes tratan de democratizar la sociedad, e intentan que la escuela deje de ser mecanismo de exclusión. Es el Vino Nuevo de la parábola, que trabaja duro y trata de hacer las cosas si no bien, cuando menos mejor, y que tiene que enfrentar los Odres Viejos.
 
Emergencia Lectora
 
El resultado medible del esfuerzo que el sector Educación realizó durante muchísimos años resultó en que mientras 97 de cada 100 niños coreanos de segundo grado entienden lo que leen, solamente lo hacen 18 de cada 100 en el Perú. Como que no es para sentirse maravilloso. El problema está realmente enraizado y se entendió en su momento que requería de medidas de emergencia. Sin embargo, en nuestro país todo está devaluado, incluso el concepto mismo de emergencia. Haciendo un ejercicio de realismo – que en casi cualquier otra latitud sería de cinismo – diríamos que emergencia significa en el Perú tomar un conjunto de medidas para hacerle creer a la gente que se está haciendo algo frente a un problema urgente y grave. La política de hacer la finta está enquistada hace demasiados siglos, y por desgracia eso presidió las medidas tomadas desesperadamente para conseguir aumentar en algo nuestro ranking en el PISA. De ahí que el resultado del PISA 2009 fuera más penoso todavía, porque se suponía que respondía a una emergencia. Si bien subimos, todos los demás subieron más que nosotros (y hasta los que bajaron nos superaron), y por ende ocupamos el poco honroso último puesto en América Latina, que por cierto no es ejemplo de nada a nivel mundial.
 
Entre las medidas que se tomaron se le quitó horas a Sociales y otras áreas para dárselas a Comunicación y Matemáticas. Es decir, en vez de tratar de fomentar la lectura de textos de Historia, Geografía y otras disciplinas análogas, se trató de fomentar la lectura de textos de Literatura. No decía eso la norma, pero ya sabemos que una cosa es con guitarra y otra con cajón. No es que poner y sacar horas no tenga su importancia cuando hay aspectos urgentes a resolver, pero hubiera sido mejor esforzarse un poco más, aumentar el tiempo de clase en general, aunque ya sabemos que ese es un costoso tema de infraestructura y personal, y por ende más caro que repartir las escasas horas pedagógicas de modo diferente. Como la finta había que hacerla de todas maneras se le quitaron horas a cursos que fomentaban la lectura para dárselas a cursos que fomentaban la lectura. Exacto, tampoco yo lo entiendo, pero como algo había que hacer, se desvistió un santo para vestir a otro, y de éste se empezó a esperar los milagros correspondientes. Como es nuestra costumbre y a pesar de la letra de la norma, se le empujó al área de Comunicación la responsabilidad de la Lectura, pues se le daba más del escaso recurso tiempo, y como algo había que hacer en ese tiempo, entre otras medidas surgió el famoso Plan Lector.
 
Interés y Hábito
 
El Plan Lector es una buena idea. Bueno, seamos claros, en cualquier otra parte sería una buena idea. Acá cualquier iniciativa interesante termina siguiendo la ruta del vino nuevo en los odres viejos. Es decir, los odres se rompen y el vino se derrama y desperdicia. Toda medida coherente se supone tiene una idea clara y científicamente correcta de qué es lo que se trata de lograr. Entre sus objetivos confesados, el Plan Lector busca despertar el interés por la lectura, tratando de lograr que se lea más y mejor, lo que puede medirse empleando como indicador el número de libros o de páginas impresas que los niños y jóvenes leen, en promedio, en una unidad de tiempo, por ejemplo un año. Si se hubiera tratado exclusivamente de hacer en Lectura lo que ya se hacía antes, pues entonces hubiéramos dejado la cosa como estaba y simplemente le hubiéramos dado a los profes más horas para hacerlo. Pero la idea implícita era mejorar los magrísimos indicadores de lectura, que después de todo permite hacer la finta del titular periodístico, más que obtener un real interés por la lectura. He aquí un ejemplo interesante de cómo se nos pierden las ideas y se sigue tonteando: Mejorar un indicador de lectura no es mejorar la lectura, así como subir en una línea de consumo no es dejar de ser pobre.
 
El hábito de la lectura
 
La lectura es un complejo proceso cognitivo que decodifica, predice y construye significados sucesivos conforme se ejecuta, en niveles concéntricos micro – a nivel de palabras y frases – y macro – a nivel de párrafos y textos -, y para eso pone en marcha importantes funciones y operaciones mentales. Dichas operaciones serán más o menos eficientes en la medida que la actitud del lector sea más o menos favorable, y se desarrollen las habilidades de atención y concentración. Vale decir, leer es cualquier cosa menos un hábito, que se define como práctica que se ejecuta automática y mecánicamente, con bajo control de la consciencia. Lavarse los dientes, afeitarse o saltar a la soga pueden ser hábitos, leer no. Esta confusión proviene de suponer que el leer es básicamente una operación de decodificación de signos escritos, lo que sí debería formarse hasta ser un hábito.
 
Querer leer
 
Es obvio que para hacer las cosas bien en lectura se necesita una idea muy clara de qué es la lectura. Leer es una actividad realmente compleja, que necesita de los lectores una serie de habilidades y competencias, y hasta aquí todo muy bien. Pero ya hemos visto que para leer necesitamos querer leer, y sin la formación de actitudes lectoras positivas podemos poseer todas las habilidades que queramos, pero a la corta o a la larga no leeremos a no ser que queramos hacerlo. La atención puede aprestarse y fomentarse, y en esto nos detendremos un par de segundos. En primer lugar digamos que leer no es, como muchos creen, decodificar los signos escritos del alfabeto. La decodificación de los signos se debería alcanzar en la Inicial, y para poder decir que se sabe leer, además se debe alcanzar el nivel de la comprensión de lo que se lee. Las dos operaciones de Decodificación y Comprensión están unidas en el acto de leer, y para leer no se puede suponer que se posee una sin poseer la otra. De hecho, si las cosas se hacen bien, la decodificación llega a convertirse en un hábito que se logra practicando hasta lograr el mastering phase, es decir la fase de dominio de la habilidad. Se construye la comprensión sobre la base del hábito de la decodificación. Con la práctica el lector ya no decodifica conscientemente, pues al alcanzar cada vez mayor competencia en decodificar se dedica a leer el texto y no a procesar la decodificación, que ejecuta inconscientemente a no ser que encuentre una palabra que no conozca, pero cuyo significado puede deducir del contexto. Si solamente sabes decodificar signos escritos tu situación es la del analfabeto funcional que deletrea con dificultad los titulares de un tabloide en el quiosco. ¿Cómo llegas entonces a comprender lo que lees? Pues de la única manera que se logran las cosas: practicando, practicando y practicando. Es decir, leyendo, leyendo y leyendo, y conforme más leas, tus habilidades de decodificación y de comprensión aumentarán y mejorarán, y leerás cada vez más y mejor.
 
Práctica lectora
 
Otro par de segundos dedicados al tema de la práctica lectora. A ojo de buen cubero, hay dos modos de que los alumnos practiquen la lectura: Obligándolos a leer a punta de pistola que si no te jalo, o haciéndoles agradable y bacán la relación con la letra escrita. Ojo que he dicho agradable, no fácil. No sé de donde se ha sacado la estupidez de que las cosas a enseñar tienen que ser fáciles. Nada lo es, de hecho, y sabemos que si queremos aprender algo se requiere esfuerzo. Bailar, montar bicicleta, hacer pajaritas de papel, correr los cien metros planos o jugar fútbol también requieren sudor y esfuerzo, pero lo sudamos porque estamos motivados, porque queremos hacerlo, porque el esfuerzo de superar la dificultad con las propias fuerzas es inmensamente gratificante, y todo dolor muscular se convierte, como dicen las bailarinas de ballet y los instructores de aeróbicos, en algo rico; y porque al final de la ruta está la habilidad lograda, el objetivo alcanzado, la victoria personal obtenida. Y no hay nada que libere más endorfinas en el cerebro que la sensación de la victoria. En corto, nos esforzamos porque nos gusta hacerlo y nos fascina la recompensa emocional que recibimos. Hablando en registro psicológico porque la actividad está reforzada positivamente.
 
Digresión sobre el esfuerzo
 
Por cierto, una de las cosas que no entenderé jamás es a los padres y educadores que tratan por todos los medios que sus hijos y educandos no se esfuercen, esperando de manera mágica que obtengan grandes logros académicos, deportivos y otros. Claro, para el maestro no exigir es lo más fácil para no hacerse problemas con la Dirección y ganarse el aprecio de papis e hijos aprobando a los discentes. Y para los papis y mamis es no hacerse problemas. Pero nada se debería lograr sin el esfuerzo correspondiente y en justa competencia en igualdad de condiciones con los pares. El problema es que algunos creen que los pares sólo son los de la propia clase social, de resulta que son reyes tuertos en nuestra nacional tierra de ciegos. De repente eso explica por qué en los últimos Juegos Panamericanos nuestro desempeño dio vergüenza en casi todas las disciplinas deportivas. Logramos el puesto 21 de 28, con 2 medallas de plata y 5 de bronce. Estados Unidos, Cuba y Brasil se llevaron los Panamericanos a ritmo de entrenamiento, y encima de nosotros encontramos superpotencias como Ecuador, Guatemala, Puerto Rico, Jamaica, Bahamas, las Islas Caimán, las Antillas Neerlandesas y Costa Rica, países mucho más pequeños y supuestamente menos desarrollados que el Perú. Pero no hay periodista que hable de ello, ni esto parece importarle absolutamente a nadie. Y que conste que digo eso precisamente el día que todo el periodismo grita Fútbol por el partido entre Ecuador y Perú en Quito. Por cierto, el Fútbol es una bella disciplina deportiva que se diferencia de las demás en que aquí sí corre plata. Y doy fin a la digresión.
Más sobre práctica lectora
 
Si hay algo que es definitivamente cierto, es que los niños crecen y tienden a seguir sus propias ideas. Podríamos obligarlos a leer, por ejemplo, sentándolos en el sofá con el libro, la tele apagada y guardando el silencio debido, y yo digo que sentar al chico a leer por obligación es la mejor manera de no lograrlo. Como todos saben, menos aquellos que debieran saberlo, obligar a alguien a hacer algo es el modo adecuado de que no se haga o que se haga mal, si no ahora, en la rebelde adolescencia. Si la lectura es asumida e impuesta como un trabajo penoso – aún me pregunto quién será el baboso que dijo que el aprendizaje tiene que ser farragoso y aburrido -, pues el chico no querrá leer, así de sencillo. O lo hará de pésima gana, siguiendo la línea del mínimo esfuerzo, y haciendo todo lo posible para acortar el tiempo lo más posible. Es que en una sociedad que no lee ni aprecia la lectura ni la inteligencia, hay miles de maneras de evitar ese penosísimo y absolutamente inútil trabajo de pensar. Hay televisión (¡Y qué televisión!), radio, computadoras, internet, juegos de video y mil otras cosas más interesantes y a veces embrutecedoras de hacer. Y entre algo pesado y aburrido y algo bacán, pues hay que ser muy idiota para irse por lo aburrido, a no ser, claro, que te obliguen a ello.
 
Lo que hay que fomentar
 
Aparte de la parte científico-pedagógica, que graduará progresivamente técnicas, procedimientos, textos, dificultades, extensiones, temáticas, estructuras, tecnologías y toda la semiótica involucrada – hoy en día la lectura no es lo que era, se ha vuelto más compleja -, se trata de fomentar el gusto por el esfuerzo productivo y la sana intención de comprender lo que se lee. Hay actitudes involucradas, y lograrlas es la parte más importante y difícil del esfuerzo de los padres y educadores. Pero claro, ello no se puede medir en número de libros, y por eso no se le da bola. Después de todo, leer doce libros a punta de pistola al año es lo mismo que leer doce libros por gusto, si a los indicadores nos remitimos. Pero no hay lectura provechosa sin comprensión lectora, y menos mal la barbaridad de la lectura veloz no consiguió infiltrarse en la práctica pedagógica, aunque ello muestra que la comercialización de la necesidad resulta en un facilismo exasperante, demasiado vinculado al neoliberalismo cultural. De hecho, los que mejor están aprovechando la emergencia de la comprensión lectora son las editoriales gracias al Plan Lector. Y ello porque en la práctica seguimos tratando de meter vino nuevo en odres viejos. Comprender lo que se lee, por ejemplo, no se hace con diccionario, aunque en todas las listas escolares encontramos diccionarios, que en muchos casos simplemente se compran y no se emplean nunca. Permítaseme otra digresión: El Diccionario Monolingüe es una valiosa herramienta para lingüistas, filólogos, traductores, periodistas (los de verdad) y otros especialistas. Es útil además para los que hacen crucigramas o tienen alguna duda gramatical, pero el lenguaje escrito que todos debemos aprender a emplear no se maneja con diccionarios. Hay registros diferentes – y aumentan cada día - en el lenguaje que hacen de los diccionarios algo bastante poco útil, y las gentes comunes obtenemos el significado de las palabras no de paporretear diccionarios, sino del contexto de todos los textos que escuchamos y leemos. ¿Quién gana entonces con meter los diccionarios en la danza? Pues las editoriales, los que reciben comisión por recomendar diccionarios, y pare usted de contar.
 
Confundir la velocidad con la manivela
 
Los indicadores últimamente están de moda. Se cree que “mejorándolos” se resuelve el problema. El Plan Lector básicamente busca asegurar la exposición de los alumnos a textos escritos, y eso no es negativo per se. El problema es que al confundir la velocidad con la que andamos con la manivela de la bicicleta creemos que aumentamos la velocidad si cromamos la manivela. No basta con tener libros accesibles, hay que manejar técnicas y procedimientos pedagógicos con ellos, y muchas veces estos serán remediales, atendiendo al calamitoso estado del estudiantado. Limitarnos a obligar la lectura de textos suele tener efectos contrarios a los buscados, porque obligamos a la lectura no para que los chicos lean, sino para mejorar la estadística y tener algo qué decir cuando nos pregunten. Es decir, para mejorar el indicador, no la lectura. Es decir, metemos Vino Nuevo en Odres Viejos, que se desfondan y derraman el vino.
 
Textos
 
Doce libros exige el Ministerio cada año, y eso es inevitablemente sacrosanto para la burocracia. Además en muchos colegios particulares facilistamente se aumenta la cifra a fin de vender la finta de la calidad educativa. Por otra parte, hoy en día el fast-book, de lectura “fácil” y nada exigente es un resultado de la emergencia educativa, no una manera de superarla, aunque muchos profes parecen entender el asunto al revés, y creen que ser moderno y adaptado a las necesidades de los chicos es darles la cosa masticada. Y aparte de los fast-books, hay los resúmenes que se pueden bajar fácilmente de Internet sin necesidad de leerlos, los copy and paste de wikipedia para entregar los trabajos escolares, así como las infames adaptaciones que tan bien describe y denuncia el colega Manuel Valdivia en su blog Gaceta de Educación y Pedagogía, donde se ha llegado al empleo de adaptar textos de la literatura universal, y un anónimo adaptador, un “x” cualquiera, le enmienda la plana literaria a Charles Dickens, James Joyce, Roald Dahl o Camilo José Cela, so capa de que son “demasiado difíciles”.
 
Para remate, los textos hoy en día son de muchos tipos y diversos soportes, y justamente si algo ha variado es no el mecanismo del leer mismo sino los registros, contextos y códigos del lenguaje. Por ejemplo hay un lenguaje visual reflejado en el cine, la televisión, el video, etc., y resulta que todos aprendemos ese lenguaje, aunque algunos lo hagan muy mal. Pero se podría ser perfectamente analfabeto en ese u otro lenguaje y necesitar alfabetizarse. Hoy en día se habla de analfabetismo científico porque demasiadas personas no saben ni entienden o peor aún, mal entienden, el lenguaje científico y tecnológico. Como vemos, el acto de leer se inscribe en algo mucho más amplio y bastante más complejo, la creciente multiplicidad de lenguajes y registros que la realidad exige. Nadie puede negar el inmenso desarrollo de la visualidad, y demasiados padres y docentes están aún anclados en la lectura tradicional y erudita. La situación ha cambiado notablemente, y los lenguajes visuales establecen su autonomía, lo que es enriquecedor y no necesariamente compite con la lectura. Pensemos en adaptaciones de obras literarias como la serie de Harry Potter, El Señor de los Anillos o El Nombre de la Rosa, que no son ni pueden ser iguales a leer os libros, porque recurren a códigos semióticos completamente distintos.
 
Textos e Imágenes
 
Antes de la invención de la Fotografía, el Cine, el Video y la Televisión no existía una cultura social basada en la visualidad, y por eso las obras literarias y demás textos creados antes del Siglo XX que se les entrega a los alumnos para que los lean les producen en general un mortal aburrimiento, a no ser que se les explique pedagógicamente. Víctor Hugo, por ejemplo, era un descriptor formidable, y en su obra Nuestra Señora de París le dedica la tercera parte del espacio – la central - a describir la Catedral de Notre Dame. Los autores de antes de la Visualidad tenían que describir el escenario para que el lector se hiciera la composición del lugar donde acontecían las cosas que narraba. Obviamente en una cultura donde todos hemos visto o podemos ver fotografías de Notre Dame, no necesitamos en general imaginarnos la Catedral, pues ya está en la cultura general, del mismo modo que conocemos la Torre Eiffel aunque no hayamos ido a París. Un autor como Umberto Eco en El Nombre de la Rosa hace describir al personaje Adso la Abadía y las esculturas porque en la cultura medieval era eso lo que se hacía, pero complementa sabiamente – él y/o sus editores - con planos y fotografías. Los autores modernos privilegian la acción psicológica y física, para que sus lectores puedan meterse en la piel de sus personajes. La actual novelística se nutre de la Internet y los nuevos procesos lectores que desencadena. Necesitamos tener más en claro qué queremos.
 
Las versiones cinematográficas de ciertas obras literarias son distintas de las obras escritas, y por eso se dicen que están basadas o son adaptaciones. Algunas de ellas son realmente buenas y perfectamente utilizables, como El Señor de los Anillos. Otras son francamente comerciales y de poco valor al traicionar el espíritu de la obra, cosa que pasa por ejemplo con “Soy Leyenda”, que le da una vuelta antrópica a la intención del autor. Para enseñar a leer y a comprender lo que se lee hay que pensar la cosa en su contexto social global y local. Pensemos en películas como “El último guerrero chanca”, que se construye sobre el conocimiento histórico que los peruanos poseemos bien o mal. Por desgracia nuestros docentes carecen de la posibilidad hasta de ir al cine, lujo que no pueden permitirse así nomás.
 
Lo taxativo del Odre
 
Que tengan que ser taxativamente doce libros al año, cifra que no discrimina ni el tamaño ni la dificultad de los libros, dejando a las instituciones educativas su elección y el trabajo a hacer con ellos, con limitadísimo apoyo técnico, implica que las autoridades educativas, para variar, se concentrarán en evaluar que sean doce libros, ni más ni menos, aunque uno de esos libros sea “Ulises”, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”,  o “El Mundo de Sofía”, y el otro uno de autoayuda o macrobiótica o peor aún, un best-seller. Dícese que la selección de textos se debiera hacer de acuerdo a los gustos e intereses de los directamente involucrados, los chicos, y eso sería magnífico si fuera cierto. Pero rascando bajo la superficie vemos que nuestra cultura autoritaria no permite consultar a los chicos qué quieren leer, sino que en la práctica se les impone un deber ser en este aspecto como en tantos otros. Hasta ahora no he visto una sola Institución Educativa, particular o pública, donde se busquen los intereses y gustos de los niños y niñas. Se interpretan, que es otra cosa, y so capa de que nosotros sabemos lo que es mejor para ellos les imponemos un Plan lector específico, que puede ser magnífico, pero que nace con la falla de origen de la imposición.
Entre otras bellezas que hay en el papel, que aguanta todo, dícese que los textos a usar deben provenir de las diversas disciplinas, pero es conocido que la secundaria vive metida en sus comportamientos estancos, y como el Plan lector es cosa del área de Comunicación, pues que sean ellos las que se apañen con ello, y serán ellos los que tendrán el mérito o la culpa. De hecho, Vargas Llosa será muy bueno, pero no todos los chicos serán literatos, y leer a Flores Galindo o Jurgen Golte es igual de necesario. O cuando menos leer o utilizar los textos escolares, algunos de buena factura. Este es otro Vino nuevo que el Odre no aguanta.
¿Es malo el Plan Lector?
 
No, definitivamente no lo es. Pero puede serlo si el contexto en que se trata de desarrollar es autoritario o represivo. Pero si de algo estoy seguro es que hay muchísimos padres, profes e instituciones que tratan de hacer las cosas bien. Emplear adecuadamente las normas ministeriales para obtener resultados visibles y adecuados es cuestión de buen criterio, pero éste no abunda en las burocracias privadas y estatales. Las magníficas intenciones de los que pensaron el Plan Lector se pasman en su aplicación, que arruina una buena idea y las convierte en exactamente lo contrario de lo que se trata de conseguir. Tratemos que no sea así y que el gozo de la lectura se expanda.
Publicado por Javier Bellina de los Heros en  11/15/2011 11:56:00 AM 
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