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ESPIRITUALIDAD Y COMUNICACIÓN

¡SEÑOR, SEÑOR! ¿PARA QUÉ? (Reflexión) - Escribe Rafael Ángel Marañón

JESUCRISTO ES EL VERDADERO DIOS Y LA VIDA ETERNA - QUE EL SEÑOR JESUS SEA BENDICENDO A TODOS AQUELLOS QUE AMAN LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO , Y TAMBIEN AQUELLOS QUE SE ENFUERZAN EN LA OBRA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO , PORQUE NADA ES EN VANO EN LA OBRA DE NUESTRO SEÑOR . MIS SALUDOS CORDIALES A TODOS NUESTRO HERMANOS DE AV . LA FERIA Y TAMBIEN A TODA EL GRUPO JUVENIL , QUE DIOS LES BENDIGA CA CARLOS RIQUELME SIERVO DEL DIOS ALTISIMO - Fotolog

Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que os digo.

(Lucas 6,46).

No todo el que me dice señor, señor  entrará en el reino de los cielos  sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos.

(Mateo7, 21).

Esforzaos en entrar por la puerta pequeña, por que os digo que muchos querrán entrar y no podrán.

(Lucas 13,24).

 Con gran tristeza en mi corazón, abordo brevemente las implicaciones superficiales que traen estas lecturas de la Santa Escritura. Examinarlas todas supone un gran tomo de ellas, y solo haremos unas sucintas consideraciones.

 Conocemos a personas excelentes dentro de nuestras iglesias que son grandes predicadores, gente de vida externa admirable y hasta polemistas celosos, que creen que pueden sustituir la obra de Dios por su propia obra, y que desde luego están plenos de buena intención, y pletóricos de sistemas y respuestas para cada pregunta.

 Pero el drogadicto y el desgraciado que mendiga para sus pequeños, pero horrorosos vicios, necesitado perentoriamente, no ve las cosas del evangelio de la manera que estos anteriormente mencionados la ven.

 La multiforme sabiduría de Dios en su iglesia, es algo que nadie puede criticar, pero de alguna manera hemos de prevenirnos para que el Señor no nos tenga que decir alguna de las frases que encabezan este trabajo. No nos vale la polémica, ni la exhibición de conocimientos o resortes de oratoria, sino lo que de verdad sentimos, en nuestra íntima relación de hijos con el Dios Omnipotente.

 Estamos metidos, hasta el gorro, en un negocio que no admite fallos, porque las ganancias son tan desmesuradas, según la misericordia y generosidad de nuestro Dios, que no podemos desperdiciarlas para lucir un más o menos conocimiento y autoridad.

 Nos llenamos la boca de repetir señor, señor, y la pregunta es. ¿De qué es Cristo señor? ¿De quién? ¿Se hace lo que Él dice?  (Lo que Él dice es escuetamente la voluntad del padre), ¿O se dice al desgaire ¡señor! y se desprecia seguidamente de su autoridad?

 ¿Somos, de verdad, conscientes de lo que decimos, cuando nos dirigimos a Jesús como Señor y Ungido? ¿Tenemos una idea íntima y práctica, de lo que significa hacer la voluntad del Padre tal como nos amonesta Jesús?

 ¡Señor, señor!, no cesamos de repetir, y está muy bien. Por que lo es sin duda alguna (Juan 13:13). No decimos nada más que la verdad, y es muy bueno que no se nos vaya ese concepto de la mente y del corazón pero ¿Sabemos de verdad lo que esa aseveración implica, si la pronunciamos y la asimilamos como lo que verdaderamente es?

Image Año de la Fe
               2012-2013
Memento homo,quia pulvis es
et in pulverem reverteris

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Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. (Juan 1:2)

¡Mientras el mundo aliente, mientras la esfera gire,
mientras la onda cordial aliente un ensueño,
mientras haya una viva pasión, un noble empeño,
un buscado imposible, una imposible hazaña,

una América oculta que hallar, vivirá España!

Rubén Darío

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