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ESPIRITUALIDAD Y COMUNICACIÓN

EL DISCURSO PERUANO QUE SE ESPERA EN EL PRIMER DÍA DE LOS ALEGATOS- Comparte Agustín Toledo Murillo

EL DISCURSO PERUANO QUE SE ESPERA EN EL PRIMER DÍA DE LOS ALEGATOS

Matías Bakit R.  Desde La Haya

Alusiones a la Guerra del Pacífico o a los comentarios de Diego Portales ante la existencia de la Confederación Perú-Boliviana -cuando el ex ministro planteaba que las riquezas conjuntas de esos dos países debían ser usadas en beneficio de Chile- son algunos de los escenarios más provocativos que espera la defensa chilena ante La Haya, para cuando Perú inicie, el próximo lunes, la presentación oral de su demanda ante la Corte Internacional de Justicia.

El encargado de iniciar la ofensiva peruana será el agente de ese país ante La Haya y ex ministro de Relaciones Exteriores y de Defensa, Allan Wagner, quien iniciará su intervención a las 15 horas de Holanda (11 horas en Chile) y por un espacio, se estima, de entre 15 y 40 minutos.

Después de Wagner, tomará la palabra el abogado francés Alain Pellet, quien esta vez defiende a Perú y que anteriormente lo hizo en representación de Nicaragua en el juicio que enfrentó a ese país centroamericano con Colombia, y cuyo fallo fue conocido la semana pasada. En total, la defensa peruana dispondrá de tres horas para argumentar a favor de su demanda en la primera jornada de la fase oral del juicio.

En el equipo chileno existe la duda de si Perú centrará sus alegatos en temas jurídicos o históricos.

Sin embargo, se cree que la participación de varios historiadores nacionalistas de ese país en el caso hace presagiar que en la presentación limeña podría haber referencias con connotaciones "poco amistosas". O, como repiten constantemente en la delegación chilena en La Haya, se prevé un discurso de presentación de la demanda "duro, muy duro".

De algo que están seguros en el Hotel Carlton Ambassador -donde se aloja el equipo chileno- es que, conociendo a la contraparte, habrá muchas referencias a lo que significa para la paz la demanda que Perú está llevando a cabo, a la perseverancia del país vecino en buscar soluciones pacíficas y a las veces en que se llamó a Chile a negociar, sin obtener respuesta.

En concreto, se buscaría dejar a Chile como un país hostil por antecedentes históricos, pero sin decirlo directamente.

"Colombia es un país que no está interesado en solucionar este problema", dijo Alain Pellet durante el litigio pasado, representando a Nicaragua. Es un ejemplo de lo que podría venir, en su tradicional estilo litigante.

Según comentan también en la defensa chilena, Perú podría enfatizar también la idea de que el límite marítimo nunca ha existido y que Chile comenzó a defenderlo y a buscar pruebas de su existencia sólo una vez que Perú quiso negociarlo.

Gran parte de esto podría estar en la intervención de Allan Wagner, pero, según se estima en la delegación chilena, los abogados extranjeros podrían ser más agresivos aún, ridiculizando sutilmente los argumentos de Chile, mediante ironías, por ejemplo, en un estilo que no es desconocido en estos litigios.

Si bien en la delegación chilena se insiste en que se deben tranquilizar los ánimos y en aclarar que, en concreto, no hay conocimiento previo sobre lo que pueda decir, por ejemplo, el agente peruano Allan Wagner, o el abogado francés Alain Pellet, la preocupación es real.

Tan real que, comunicacionalmente, uno de los desafíos más importantes para el equipo es que las vocerías de los expertos y abogados chilenos asesores -tanto en La Haya como en Santiago- funcionen a la perfección, resolviendo todas las dudas que periodistas y el público en general puedan tener.

Esto tiene como objetivo evitar que, tras los alegatos peruanos, se genere un ambiente de intranquilidad, sorpresa y enojo en la opinión pública chilena, considerando que las exposiciones peruanas ocuparán las jornadas del lunes y del martes y que recién se podrá escuchar la versión del equipo nacional los días jueves y viernes de la próxima semana y luego, una semana después, el viernes 14 de diciembre, última jornada de las audiencias.

LA ESTRATEGIA CHILENA

En respuesta, Chile tiene preparado un texto fuerte y directo, pero con un enfoque más jurídico y, según explican fuentes diplomáticas, "nada de panfletario".

La razón de esto, afirman, es que la Corte Internacional de Justicia no ve con buenos ojos que los países aludan a sus problemas históricos, especialmente a las guerras.

El motivo de este criterio, según dice un integrante de la delegación nacional, se basa en que en la práctica casi todos los límites del mundo fueron fijados luego de guerras o invasiones.

Asimismo, la idea es que los argumentos jurídicos no sean dejados en segundo plano a favor de los antecedentes históricos. Sobre todo, agregan, a los miembros de la Corte de La Haya no les agradan las recriminaciones políticas.

Es por esta razón que también se espera que pese al tono agresivo que podría tener el discurso peruano, éste no vaya tan lejos como para referirse, por ejemplo, a las opiniones de Diego Portales.

Según se dice, estos comentarios "estarían totalmente fuera de lugar para la Corte". De haberlos, tendrían sólo un efecto para el público peruano que presencia los alegatos.

En lo estrictamente jurídico, fuentes de la delegación estiman que Perú seguirá el modelo presentado en su réplica, pero mejorado. Esto es, sembrar dudas sobre la validez de los tratados y dedicar una gran cantidad de tiempo a la posición del Hito 1, desde el que se proyecta el paralelo que forma el límite marítimo.

Discurso de Van Klaveren

Así, según afirman fuentes de la delegación, el discurso del embajador y agente chileno, Alberto van Klaveren, no estará planteado como una réplica.

En cambio, su exposición del próximo jueves tendrá un sólido tono jurídico, buscando hacer un caso positivo y apuntando a que lo relevante sería la existencia del límite marítimo en el paralelo.

Precisamente hoy el embajador estuvo repasando su discurso, el que ya estaría prácticamente listo desde que la delegación viajó desde Santiago, a principios de semana, luego de varias rondas de consultas con los abogados chilenos y extranjeros.

Solamente, afirman en el equipo chileno, faltan los toques finales, que se harán luego de los alegatos de Perú y con la presencia del canciller Alfredo Moreno, quien debe dar su aprobación final el próximo miércoles.

LA HAYA EN LA HORA DE LA VERDAD

Ecuatorianos, chilenos y peruanos siempre supimos que la Declaración sobre Zona Marítima de 1952 y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954 eran Tratados para fijar los límites marítimos entre nuestros países sustentados en el paralelo del punto en el que el límite terrestre llega al mar. Ellos conforme al Decreto peruano de 1947 que fijó el paralelo para definir y demarcar sus límites marítimos, y consolidar una posición común sobre la zona marítima de 200 millas de soberanía y jurisdicción.

Así ha sido por más de medio siglo. En enero de 2008 Perú demandó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia, argumentando que los Tratados mencionados no son de límites sino pesqueros, agregando que no tuvo otra alternativa, ante la negativa chilena a negociar un nuevo límite marítimo y que ello, no puede ser considerado como un acto inamistoso, atendido que Naciones Unidas estipula que las controversias deben solucionarse de esa manera.

En síntesis, Perú busca establecer un nuevo límite marítimo con Chile distinto del paralelo, que considere una bisectriz del ángulo de la costa. Ingeniosa iniciativa, cuando el límite marítimo entre Perú y Ecuador es el paralelo, al igual entre Ecuador y Colombia, y entre Colombia y Panamá. Coloquialmente podríamos decir que la política exterior peruana hace algunos zigzag: se dice una cosa y se hace otra. El Canciller peruano en febrero de 2000 afirmó que ningún pendiente existía entre Perú y Chile.

Subyace indudablemente un mar de desconfianza, que nos retrotrae a situaciones del siglo XIX e impide superar las percepciones del pasado entre los países suramericanos ribereños del Pacífico. Para Ecuador, los Tratados del 52 y del 54 siempre se entendieron como aquéllos que fijaron su límite marítimo con el Perú. Tan es así, que su Carta Náutica de 2010 se sustenta en ellos explícitamente, y el Presidente Rafael Correa señaló que de no aceptarse el contenido y alcances de la misma, acudiría a La Haya haciendo presente su posición histórica. Sabemos que las Notas Reversales intercambiadas el 2 de mayo de 2011 reconocen íntegramente la citada Carta y consiguientemente los aludidos Tratados, al punto que la Asamblea Nacional no tuvo que aprobarlas, puesto que los Tratados del 52 y del 54 ya eran Ley en el Ecuador, y no un nuevo tratado de límites.

Ecuador y Chile, siguiendo la senda de 1952, cada vez que se reunieron sus autoridades reiteraron la vigencia, alcances y contenidos de los Tratados del 52 y del 54. La última ocasión fue en julio pasado en Santiago, en la III Reunión del Consejo Interministerial Binacional. Es la fuerza de la palabra dada; ella es la que permanece y así la hemos honrado chilenos y ecuatorianos.

El lunes comenzarán los alegatos orales. Serán días complejos en los que se oirán argumentos duros. El dictamen de la Corte, que es inapelable, se conocerá a mediados del próximo año. Aspiramos a que, esta vez, el fallo cierre definitivamente las pretensiones peruanas. Por ello destaco lo expresado por el Presidente Ollanta Humala el 28 de julio pasado: "la solución de ésta, que es la última controversia pendiente de límites, permitirá fortalecer las relaciones con Chile en sus múltiples dimensiones". Que así sea. Juan Pablo Lira B. Embajador de Chile en Ecuador.  

COMPARTE: Agustín Toledo Murillo

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