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PARA QUE SE LES INFLE EL PECHO- Comparte Humberto Torres Cuzcano

Para que se les infle el pecho

Asunto: Desde Chile comentario de Marca Peru

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¡Qué divertida la campaña Marca País Perú! que fue lanzada recién en marzo y ya es grito y plata en su web. Se trata de un documental tipo spot o spot publicitario en el que un bus lleno de peruanos (personalidades destacadas del mundo de la cultura, el deporte y la gastronomía) conquista la ciudad de “Perú” en Nebraska, Estados Unidos.

De alguna forma, los creativos de la campaña se dieron cuenta que en Estados Unidos habían nueve ciudades con el nombre “Perú”, en honor a nuestro país vecino, y desarrollaron esta idea que rompe con el estereotipo de propaganda de Imagen País (que muestra una síntesis de las bellezas naturales, razas, monumentos, sitios arqueológicos, arte y tradiciones de una nación) y propone invertir el fenómeno de expansión cultural norteamericana: se trata de una conquista afectiva y acogedora, en manos de un grupo de peruanos, que lleva sus tradiciones e identidad a un poblado de poco más de 500 habitantes en Nebraska. ¿Su objetivo? “Leerles sus derechos como peruanos” y “enseñarles a vivir como peruanos”.

La primera frase del narrador es genial: “todo peruano, por el sólo hecho de ser peruano, tiene derecho a gozar de lo maravilloso que es ser peruano” quien explica que también “tiene derecho a comer rico… a bailar Huayno (música peruana antiguamente cantada en quechua)… a surfear y a correr buenas olas”, entre otros derechos. Y luego vemos cómo el grupo de “embajadores del Perú” reparte anticuchos, cebiche, chicha morada, leche de tigre, picarones, yuca, cabrito a la norteña (mhhh me dio hambre…) y hasta les preparan una pachamanca (una especie de curanto) a los gringos.

El spot es simple y cercano, elige sólo unos cuantos elementos atractivos y de gran impacto de la cultura peruana moderna y ancestral, como son el boom culinario actual, la música quechua, el fanatismo por el surf o la preciosa indumentaria de las danzas indígenas andinas, y los mezcla con la desolación de este poblado norteamericano. El resultado es un acierto integrador que muestra la natural conexión entre los seres humanos. Al final somos todos peruanos, parece ser. Y la película tiene algo de road movie, ya que los protagonistas están de paso, sólo vienen a cultivar a los norteamericanos por un rato…

“¿Qué nos alienta? –pregunta el narrador- impedir que Perú, Nebraska, caiga en el atraso y en el olvido, compartiendo todas aquellas cosas que hoy nos hacen orgullosos de llamarnos peruanos”.

El objetivo del gobierno es bastante ambicioso: “triplicar las exportaciones en los próximos cinco años” según las autoridades peruanas. Quizá por ello la campaña fue lanzada en la Bolsa de Valores de Nueva York, en Wall Street, lo que causó revuelo en Perú, ya que algunos la tildaron de imperialista y neoliberal, entendiéndose estos dos términos como los peores defectos.

También criticaron que el acento del narrador fuera limeño, de un sector adinerado, o de “un pituco”. “Debieron incluir varios narradores con varios acentos peruanos” –propuso un cibernauta. Nada de mala la idea que hasta podríamos usar, ya que los chilenos somos los número uno para el plagio (después de los chinos jajajajá), pero ese es tema de otra columna y sería lo menos apropiado en el área de identidad.

En fin, todo esto para comentar: ¿Qué hemos hecho nosotros con nuestra Imagen País? Llevamos unos cuantos años leyendo noticias y anuncios sobre las inversiones hechas en la materia pero ¿estamos contentos con nuestro logotipo e imagen en el extranjero?; ¿conocemos nuestra Marca País?; ¿nos satisface el eslogan “Chile, sorprende siempre”?; ¿qué les parece el témpano antártico llevado a la Expo Sevilla 1992?, ¿y la frase de Shackleton recién instalada en la Bienal de Venecia?

Sea de nuestro gusto o no, hoy los peruanos cuentan con una claro logotipo, y una campaña efectiva de Marca País. La que tan sólo en cuatro meses ha logrado posicionarse exitosamente en las redes sociales, traspasar las fronteras y hacernos cómplices de su guiño o mirada con un simple documental.

Y a propósito, el logotipo está bastante bien logrado, con una iconografía que recuerda las Líneas de Nazca, un laberinto, una arroba o una huella digital, como se lo quiera mirar… o podrían ser los trazos de las pinturas rupestres. ¡Nada de mal! La integración de los símbolos del misterio, la cultura anglosajona y europea, la tecnología contemporánea, la cosmovisión indígena y el valor de la individualidad.
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