Blogia
ESPIRITUALIDAD Y COMUNICACIÓN

VARGAS LLOSA: VICTORIA DE PPK ES NUEVO PASO CONTRA EL POPULISMO Nobel de Literatura dijo que denuncias contra Ramírez y Chlimper, más apoyo de Mendoza, favorecieron a derrota de Fujimori - KEIKO Y EL FUTURO DE FUERZA POPULAR El fujimorismo ante el resultado electoral. Por Paolo Sosa Villagarcia

VARGAS LLOSA: VICTORIA DE PPK ES NUEVO PASO CONTRA EL POPULISMO

Nobel de Literatura dijo que denuncias contra Ramírez y Chlimper, más apoyo de Mendoza, favorecieron a derrota de Fujimori

Vargas Llosa: Victoria de PPK es nuevo paso contra el populismo 

Mario Vargas Llosa afirmó que el triunfo de PPK en las elecciones significa "un nuevo paso contra el populismo" en Latinoamérica. (Foto: EFE)

El escritor Mario Vargas Llosa afirmó que el triunfo de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en las elecciones peruanas está inscrito en el contexto latinoamericano "como un nuevo paso contra el populismo y de regeneración de la democracia".

En su columna ’Piedra de toque’, publicada por el diario español "El País", Mario Vargas Llosa celebró la victoria de PPK y aseguró que este "trasciende las fronteras peruanas", equiparándole a otro tipo de coyunturas políticas en Latinoamérica.

"[De ese proceso son parte] el voto boliviano en contra de los intentos reeleccionistas de Evo Morales, la derrota del peronismo en Argentina, la destitución de Dilma Rousseff y el desplome del mito de Lula en Brasil, la aplastante victoria de la oposición a Maduro en las elecciones parlamentarias en Venezuela", expuso el Nobel de Literatura.

En tal sentido, Mario Vargas Llosa manifestó que "la ajustada victoria de PPK en las elecciones [...] ha salvado al Perú de una catástrofe: el retorno al poder de la mafia fujimorista que, en los años de la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, robó, torturó y asesinó con una ferocidad sin precedentes".

El escritor, quien desde el inicio de la campaña electoral había demostrado su apoyo a PPK, señaló que, si bien "la victoria de Keiko Fujimori parecía irremediable hace unas pocas semanas", hubo una serie de factores que jugaron en su contra.

Mario Vargas Llosa sostuvo que el nexo entre el ex secretario general de Fuerza Popular Joaquín Ramírez con una investigación de la DEA, así como el presunto involucramiento de José Chlimper con la difusión de un audio manipulado a favor del primero, fueron factores para que electores de Keiko Fujimori cambiaran su voto. A ello, añadió el apoyo que la ex candidata del Frente Amplio Verónika Mendoza demostró por PPK.

"El hecho decisivo para rectificar la tendencia y asegurarle a PPK la victoria fue la decisión de Verónika Mendoza, [...] de anunciar que votaría por aquél y de pedir a sus partidarios que la imitaran", remarcó Mario Vargas Llosa.

Finalmente, el Nobel de Literatura adelantó que "el nuevo gobierno no va a tener la vida fácil con un Parlamento en el que el fujimorismo controla la mayoría de los escaños". Sin embargo, añadió que PPK "es un hombre flexible y un buen negociador, capaz de encontrar aliados entre los adversarios".

KEIKO Y EL FUTURO DE FUERZA POPULAR 

El fujimorismo ante el resultado electoral.

 Paolo Sosa Villagarcia

Politólogo e investigador del Instituto de Estudios Peruanos

A simple vista, Fuerza Popular ha sido derrotado en las ánforas. Una mirada más cautelosa, sin embargo, debería reconocer el avance de esta agrupación. A pesar de los entredichos familiares, el fujimorismo muestra voluntad de continuidad electoral. Reducir esta organización a la lucha por el indulto de Alberto Fujimori es insostenible. Quizás lo era hace cinco años, pero hoy también representa una marca electoral e importantes redes de políticos que se benefician de ella más allá de la familia y las viejas cúpulas.

El fujimorismo hoy es diferente, aunque no necesariamente mejor. A pesar de que la presidencia le ha sido esquiva, el trabajo de Keiko Fujimori en los últimos años no ha sido en vano. Con sus acciones, la candidata ha logrado consolidar su liderazgo interno, articulando nuevas redes y bolsones electorales en torno a su propia figura. No obstante, perder una elección “hecha” tiene costos y va a demandar reflejos políticos de parte de la lideresa. Especialmente porque queda demostrado, una vez más, que la polarización con el antifujimorismo y las serias acusaciones contra las principales cabezas del partido demandan que se replantee una renovación real y no solamente estética.

Frente a este escenario, sin embargo, la pugna entre las facciones del fujimorismo se intensifica. Esta dinámica es entendida por algunos observadores como un signo de debilidad e, incluso, como un presagio de ruptura. Este es un escenario posible, aunque no el único ni el más probable. Las diatribas fraternales reflejan la disputa por el control del partido, pero Keiko lleva la delantera y, más allá de afiebrados comentarios, su jefatura sigue siendo el pilar que sostiene el éxito del fujimorismo sin Alberto Fujimori.  

En este contexto, ¿qué sucederá con la abrumadora mayoría fujimorista en el Congreso? Algunos análisis anticipan una posible fragmentación por las características de los nuevos miembros de la bancada fujimorista. En estas elecciones, Keiko Fujimori y su entorno incluyeron candidatos independientes con el objetivo de ampliar las redes electorales y, de paso, restarle espacio al albertismo. Por este motivo –sugieren– esta mayoría ya no sería tan disciplinada e inmutable como en el último quinquenio. Esto es posible, pero también es cierto que los congresistas –viejos y nuevos– tienen incentivos importantes para mantenerse fieles a la ‘Bankada’.

Por un lado, es muy probable que los congresistas interesados en la reelección aún consideren a Fuerza Popular un vehículo electoral exitoso en las próximas elecciones; especialmente si es que mantenerse en las filas del fujimorismo les permite actuar como oposición y sacar provecho frente a un gobierno cuya popularidad puede desgastarse fácilmente. Por otro lado, el pragmatismo fujimorista en la dinámica legislativa ofrece a sus parlamentarios la posibilidad de tomar posturas diferentes sin mellar sus relaciones con el partido a través de los “votos de conciencia”; pero aun más poderosa –y problemática– es la posibilidad que les ofrece su condición de mayoría para blindarse y mantener su inmunidad frente a las acusaciones, que no son escasas. Como nos advierte el subconsciente de Pedro Spadaro, ya sabemos a quién le “pertenece” el Congreso.

Ante esta situación, haríamos mal al creernos el mito celebratorio y, como hace cinco años, subestimar la potencialidad de Fuerza Popular. Las viejas mañas no se pierden fácilmente, por lo que este Congreso supone retos importantes para la fiscalización ciudadana. Al mismo tiempo, no debemos perder de vista que Fuerza Popular es actualmente la fuerza política más importante y el fujimorismo, como identidad, sigue calando en amplios sectores de la sociedad. Nada ganamos negándolo.

http://elcomercio.pe/


0 comentarios