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ESPIRITUALIDAD Y COMUNICACIÓN

GOOGLE RECONOCE QUE LOS GOBIERNOS "INTENTAN CONTROLAR Y CENSURAR INTERNET" / LOS EXHIBIÓ PÚBLICAMENTE EN LA CRUZ

Informe sobre transparencia 

Google reconoce que los gobiernos "intentan controlar y censurar internet"
 
Google reconoce que los gobiernos
"No siempre son los gobiernos considerados como sospechosos los que piden más información", explicó Dorothy Chou. Más de 40 gobiernos censuran actualmente de alguna manera el acceso de sus ciudadanos a internet, en tanto que en 2002 sólo cuatro países cursaron solicitudes para eliminar contenidos. Así consta en el último Informe de transparencia elaborado por Google.
Según la compañía, en el caso de España el número de solicitudes aumentó en un 28% en comparación con el semestre anterior, mientras que el número de peticiones gubernamentales de borrado de contenido se ha mantenido en 13.
ESTADOS UNIDOS 
Estados Unidos es el país que más peticiones de datos de usuarios realiza a Google. Así lo pone de manifiesto el informe de la compañía, que muestra la petición de eliminación de contenidos y solicitud de datos entre los meses de enero y junio de este año.
Con 5.950 peticiones de datos, EEUU está a la cabeza en esta área, seguido de India (1.739), Francia (1.300), Reino Unido (1.273) y Alemania (1.060). "No siempre son los gobiernos considerados como sospechosos habituales los que piden más información", explicó Dorothy Chou, analista de políticas públicas de Google, durante una conferencia con varios medios.
Chou, que es la responsable mundial de la herramienta a partir de la cual se elabora el informe -que está disponible de forma pública en internet-, reconoce que China ha sido "el país más difícil" con el que han tenido que trabajar. La compañía dejó de operar allí en marzo del año pasado después de que sus servidores fueran atacados para acceder a información de disidentes.
CASOS DIFÍCILES 
El Informe de transparencia recoge tanto las peticiones de datos sobre usuarios que realizan los gobiernos como las reclamaciones de retirada de contenido.
China es el país "más difícil" con el que Google ha tenido que trabajar. Pero resulta curioso que en el semestre analizado, se recibió una petición por parte de Estados Unidos para que se eliminase de YouTube un vídeo que, según Google, mostraba brutalidad policial.
"Las condiciones generales de YouTube especifican que en este sistema de vídeos no tiene cabida la violencia explícita. Pero hay casos excepcionales como este en el que se decide mantener las imágenes debido a su interés", explica Chou, que detalla que esta petición de borrado no argumentaba que el vídeo vulnerase ninguna ley.
Otro de los casos llamativos es que el Gobierno estadounidense solicitó que Google le facilitase los registros del equivalente a dos meses de búsqueda. "Ante nuestra apelación, los tribunales de EEUU se vieron obligados a rectificar y a matizar la información que pedían", añade.
REQUISITOS
El sistema de borrado de datos o de facilitar información a petición de los gobiernos debe cumplir una serie de requisitos.
En primer lugar, debe tratarse de un requerimiento realizado por escrito por una persona autorizada. Además, debe ajustarse a un asunto concreto y que argumente qué ley se menoscaba con ese contenido.
De hecho, de las 73 y 42 solicitudes de datos realizadas por los gobiernos de Turquía y Rusia, respectivamente, ninguna de ellas obtuvo respuesta por parte de Google. "Hemos observado cómo los gobiernos intentan censurar y controlar internet cada vez más. Por eso es importante que los usuarios puedan obtener información sobre las prácticas que llevan a cabo sus gobernantes", concluye Chou.
 
Fuentes: El Mundo

Protestante Digital 2011

Tags:  Google, transparencia, control, gobiernos, Youtube

Leopoldo Cervantes-Ortiz

Los exhibió públicamente en la cruz…

Los exhibió públicamente en la cruz…
Estamos ante las fuerzas empeñadas en establecer el “anti-reino” de Dios en el mundo.

…y despojando (apekdysámenos) a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente ( edeigmátisen en parresía ), triunfando sobre ellos ( thriambeúsas ) en la cruz. Colosenses 2.15,  RVR  1960
1. LOS “PRINCIPADOS Y POTESTADES” 
La reiterada mención paulina de los “principados y potestades” inicia con un pasaje que subraya la importancia que otorgaba a estas realidades en relación con la fe que él tenía en Cristo. Se trata de Romanos 8.38-39, en donde afirma tajantemente que ninguna cosa puede apartar al creyente “del amor de Dios que es en Cristo Jesús”. En la lista, que incluye a la muerte, la vida, los ángeles, lo presente, lo por venir, lo alto y lo profundo, los principados y potestades también son considerados un factor entre ellos. El teólogo reformado Hendrikus Berkhof subraya que “la secuencia es de lo más notable” y que “Pablo se refiere a un número de realidades que son parte de nuestra existencia terrenal y cuyo papel es uno de dominio”. Según esto, el apóstol insiste en que estas potestades son capaces de condicionar la vida terrenal y que no se trata sólo de entidades meramente espirituales o abstractas.
La vida humana siempre está condicionada y muchas cosas pueden condicionar también el compromiso de los creyentes con Cristo hasta conseguir que se ponga en entredicho. Combinando este pasaje con las advertencias y señalamientos de Colosenses 2.8ss, Berkhof resume:
Pablo observa que la vida es gobernada por una serie de poderes. Habla del tiempo (lo presente y lo por venir), de espacio (lo alto, lo profundo), de la vida y la muerte, de política y filosofía, de la opinión pública y de la ley judía, de tradiciones piadosas y del curso fatal de las estrellas. Apartado de Cristo, el hombre está a la merced de estos poderes. Ellos circundan, llevan y guían su vida. Las demandas del presente, el temor por el futuro, el Estado y la sociedad, la vida, la muerte, la tradición y la moralidad ─todas estas cosas son nuestros “tutores y cuidadores”, las fuerzas que unifican el mundo y la vida de los hombres y que los protegen del caos.(1) 
Las siguientes dos menciones aparecen en I Cor 2.8 y 15.24-26. En la primera hay una acusación directa hacia “los príncipes de este siglo” ( arjóntos tou aionos ), idénticos a las potestades, quienes “crucificaron al Señor de la gloria” como parte de una confrontación directa, “de poder a poder” con Dios. “En y detrás de estas autoridades visibles Pablo puede ver poderes superiores en acción”.
En la segunda, en alusión expresa al salmo 110, el apóstol afirma que el reino de Dios y de su Hijo se establecerá como resultado de un conflicto que “suprimirá a todo dominio, autoridad y potencia ( jótan katargése pasan arjén kai pasan exousian kai dúnamin )”.
Se insiste en la supresión y no en un proceso de continuidad natural o de identificación con algún régimen histórico: el Reino de Dios es una realidad y una esperanza que se sitúa más allá de los esfuerzos humanos por conseguir mejores situaciones de vida, algo que se coloca en situaciones sociales y políticas condicionadas por ideologías, partidismos e intereses muy determinados. Las potestades espirituales, enunciadas desde esta percepción teológica, participan en estos procesos a contracorriente de los designios divinos y en un “bando opuesto” a las directrices divinas y a las acciones salvíficas realizadas en Cristo.
Es decir, estamos ante las fuerzas empeñadas en establecer el “anti-reino” en el mundo.
2. EXHIBICIÓN PÚBLICA DE LAS POTESTADES EN LA CRUZ 
En Colosenses 2, los efectos de la muerte de Jesús en la cruz son presentados en el marco de la anulación del decreto divino contra el pecado humano, cuya “acta” ( jeirógrafon ) fue clavada en la cruz con Cristo para quitarla de en medio (v.14). Ese momento climático, cuando Jesús estuvo en la cruz, representó el triunfo definitivo e irreversible sobre las potestades que se oponen a los planes redentores de Dios. La  Traducción en Lenguaje Actual  vierte así el v. 15: “Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso”.
Los “rudimentos del mundo” ( stoijeia),  entre los que están las potestades, ya no pueden dominar la vida de los seguidores/as de Jesús, por lo que esta lectura político-espiritual de su cruz y muerte apunta hacia una teología del establecimiento del triunfo de los proyectos divinos de vida sobre los planes de muerte, vigentes aún, de las potestades terrenales y espirituales contrarias la voluntad del Creador y Redentor, presentes en las estructuras cósmicas e históricas que dominan sobre la existencia de millones de personas:
Los poderes gobiernan la vida humana fuera de Cristo. Se manifiestan en tradiciones humanas (v. 8), en la opinión pública que amenaza seducir a los cristianos en Colosas para que se aparten de Cristo. Se manifiestan en la observancia cuidadosa y timorata de requerimientos sobre abstinencia de comida y bebida, o días de fiesta (vv. 16-20). Todo esto puede resumirse “en mandamientos y doctrinas de hombres”. Los “poderes mundiales” bajo los cuales la humanidad languidece, y bajo los cuales los colosenses están en peligro de volver a ser sujetos son definitivamente reglamentos religiosos y éticos […] En el v. 14 se habla de estas estructuras como la forma en que estos principados y potestades gobiernan sobre los hombres, o más bien los poderes  son  las estructuras.  El punto principal es que Cristo por medio de su cruz ha desenmascarado y desarmado la autoridad casi divina de estas estructuras. 

 En la cruz, Jesús luchó y venció a estos dominios político-espirituales a los que la imaginación popular identifica con “ángeles caídos” o espíritus malignos que desafían su condición de criaturas para oponerse a los designios de Dios . En la cruz, afirma Pablo, los poderes mostraron su fiereza y potencial destructivo. Allí salió a la luz la fuerza con que intentaron impedir la redención, pues por definición se oponen a que triunfe el amor y la justicia. “Antes de esto habían sido aceptados como las realidades más básicas y últimas, como los dioses del mundo. […] Ahora que el verdadero Dios aparece en Cristo sobre la tierra, viene a ser aparente que los poderes son hostiles a Dios, actuando, no como sus instrumentos sino como sus adversarios”. Los instrumentos humanos y sobrehumanos al servicio de esta enemistad han sido vencidos de una vez y para siempre en la cruz de Jesús. Esos poderes no gobiernan el mundo, aunque visiblemente pueda parecerlo: la cruz los desarmó e inhabilitó para siempre. Ésa es la realidad más grande para la fe cristiana y hay que asumirla no con triunfalismo, sino con una responsabilidad activa en la promoción de la venida del Reino de Dios.

(1) H. Berkhof,  Cristo y los poderes.  Grand Rapids, TELL, 1985, pp. 21-22.
Foto: copyright (c) 123RF Stock Photos 

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